Este año se cumplen 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño y la Niña, sin embargo, estudios y estadísticas obtenidos por organizaciones internacionales aseguran que se continúan violando a diario y con facilidad los derechos humanos de niños y niñas en condición de discapacidad.
La ONU para los Derechos Humanos propone que niños y niñas sean empoderados y que sus voces se escuchen en todo el mundo. Este es el desafío general para imaginar una comunidad mundial más inclusiva.
El redoblar el compromiso para empoderar a niños, niñas, familias, para que sus derechos sean ejercidos, es tarea de todos: del Estado, familias, instituciones, colegios, universidades, etc. El desafío es que todas las voces sean escuchadas, que haya una real inclusión en la sociedad, en la familia y en la comunidad.
Así como ha enfatizado en varias oportunidades el Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad, este cambio implica una transformación en la cultura, la política y la práctica para celebrar la diversidad y eliminar las barreras para lograr este fin.
No olvidemos nunca que esas barreras, son siempre del contexto y de ese contexto somos todos actores. De hecho, las principales barreras con respecto a la discapacidad son:
- El estigma y prejuicios.
- La falta de conciencia o las creencias infundadas acerca de la imposibilidad de aprendizaje de millones de niñas y niños.
- La falta de información
- El uso de mediciones incorrectas para definir sus necesidades.
RECOMENDACIONES PARA TODAS Y TODOS:
- Incluir, conocer y estar disponibles a diferentes formas de comunicación, para garantizar su escucha.
- Transmitir a los hijos, hijas, amigas, hermanos la capacidad de empatizar con el otro
- Transmitir la humildad como virtud que nos permite mirar al otro con respeto y dignidad.
- Luchar para que se defiendan derechos en las leyes, políticas y estrategias nacionales.
- Poner fin a estereotipos no inclusivos, exigir el uso del lenguaje correcto para referirnos a personas en condición de discapacidad o personas con discapacidad
- Con urgencia mejorar la obtención de datos estadísticos que necesitamos para resaltar las brechas y necesidades.
- Ser conscientes de los riesgos particulares a los cuales se enfrentan niños y niñas en situaciones de conflicto o crisis humanitarias.
93 millones de niños y niñas en el mundo con discapacidad, tienen más probabilidades que cualquier otra niña o niño de que sus derechos sean vulnerados.